Cuando la amistad brota con
fuerza, se sienten deseos de remojarla a diario
De tanto en tanto, cuando
en el ser interior de un humano cualquiera, se despierta un verdadero deseo de
redención, el destino pareciera encargarse de forjar singulares encuentros que
nos son dados como oportunidad cumbre, para clarificar caminos y llevar la luz
donde, hasta ahora, sólo hay oscuridad. Es en momentos como estos, cuando todo
aquello que nos vuelve grandes y eternos, tiene ocasión de salir a flote haciéndonos
comprender que, lo que hasta entonces vivimos, fue una turbia ilusión que obedecía
a la incapacidad de ver y de entender. Resultado de la carencia, no podíamos
dar lo que no llevábamos dentro y no podíamos esperar porque no creíamos
merecer.
Un especial aprecio me despierta esta cálida e inquietante película que lleva la firma y el sello del
colombiano Ciro Guerra, quien tras trasegar algún tiempo por el terreno del
cortometraje, tiene por fin su merecido debut
como realizador de un largo, logrando el pulso de una alta sensibilidad y un
demarcado compromiso con el hombre –quienquiera que sea- si busca encontrar un
poco de su verdadera esencia.
César Badillo consigue
recrear, con suma eficacia, al discapacitado víctima de la violencia quien
ahora se empeña en sobrevivir en una sociedad intolerante y excluyente. E
Ignacio Prieto, es el hombre de la silla quien, ávido de devolver el tiempo a
sus comienzos laborales, vuelve a ejercer la labor que realizaba en su tierra
en los años mozos, con el deseo imposible de deshacer lo que siguió de ahí en
adelante.
“LA SOMBRA DEL CAMINANTE”
es un filme posible, coherente, sutil y realista, que consigue recrear a dos
grandes seres humanos cuyo fuerte polo sombrío (muy bien mantenido por Guerra
con su blanco y negro, y sus tenues claroscuros) no consigue ocultar su estela
luminosa cuando ésta se afana por tomar impulso y marcar la diferencia.
El filme rememora, en el
asedio de la pandilla al discapacitado, al galardonado filme de Luis Buñuel
“Los Olvidados”, pero se preserva original y espléndidamente contado, en su
manejo de la amistad y en la manera calculada y profunda como se van
entrecruzando las vidas de aquel par de marginados.
Por fin, el cine colombiano
va encontrando su camino. Esta es la clase de película que hace imposible
permanecer indiferente.
Luis Guillermo Cardona
Título original: La sombra del caminante
País/Año: Colombia, 2004
Director: Ciro Guerra
Guión: Ciro Guerra
Fotografía: Emmanuel Rojas
Música:Diego Hernández, Richard Córdoba
Intérpretes:César Badillo (Mañe), Ignacio Prieto (El hombre de la silla).
Duración: 90 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario