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domingo, 23 de enero de 2011

CUATRO HIJAS (Cine para aprender a vivir 2)





Una familia que no olvidarás jamás

Quienes vean esta película, podrán comprobar algo relevante: Tener una familia unida es una de las cosas más gratas que pueden sucedernos. La alegría se multiplica, la seguridad se respira en cada uno de los rincones de nuestra casa y la dicha de compartir incondicionalmente, ilumina con grandes resplandores cada nuevo día. Una familia unida es simiente de gran peso para una sociedad en paz, es ejemplo que inspira a otros, y es la calma interna y externa que todos anhelamos.


Adam Lemp, un músico con honores, cuenta con una familia donde la luz resplandece a plenitud. Vive con sus cuatro hijas: Ann, Emma, Kate y Thea, las cuales siguen sus pasos y fluyen musicalmente con enorme virtuosismo. Y con ellos vive la tía Etta, una mujer de carácter firme, pero encantadora. Las cuatro chicas sueñan y esperan regocijadas la plenitud de la vida. Thea es cortejada por un "risitas" ya mayorcito (el señor Crowley); Kay canta como los ángeles, pero teme dejar el hogar para tomar una oportunidad que se le brinda; y Ann y Emma -quienes viven muy apegadas la una a la otra- planean seguir solteronas para continuar apoyándose durante toda la vida.


Pero, como suele suceder, la rueda de la vida nos propone otros planes a ver como los tomamos. Y entonces, entra en la familia un joven y entusiasta compositor llamado Felix Deitz... y tras él, un singular y negativo pianista, conocido como Mickey Borden.


El filme está colmado de magníficos toques de comedia, de fascinante romanticismo y de un trasfondo humano de enorme significado. El director Michael Curtiz consigue extraer toda la magia de un grupo de noveles actores que iniciaban aquí una promisoria carrera que los llevaría hasta el éxito. John Garfield hace un debut sólido y premonitorio, y es muy probable que, al final de su vida, se haya acordado de éste, su primer filme, a la hora de decidir como dar el último paso. Jeffrey Lynn revela un enorme carisma en el rol de Felix (la conmovedora escena en que Ann acaricia su abrigo antes de entregárselo ¿no la habrán visto luego en un filme de 1956?). Priscilla Lane se impone al resto de sus hermanas con ese toque de ángel con el que siempre supo brillar. Y Gale Page hace una preciosa Emma en reemplazo de Leota, la única hermana Lane que no fue aceptada por Curtiz. Con ellos, los veteranos Claude Rains y Flora Robson, nos dan una dosis de actuación difícil de olvidar.




"CUATRO HIJAS" es cine para la eterna memoria. La clase de película que uno se anima a ver dos, tres y muchas veces, porque en cada ocasión, sientes que te hace más grata la existencia. Y la manera como Curtiz cierra esta bella historia, es una de las más encantadoras que he visto en toda mi vida.


El éxito de este filme fue de tal magnitud que, el mismo equipo, fue invitado para hacer seguidamente "Hijas valerosas". Y dos secuelas proseguirían la historia de "CUATRO HIJAS": "Cuatro esposas" y "Cuatro madres", esta última dirigida por William Keighley.
                                                                                           
                                                                                                 Luis Guillermo Cardona



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